Un tenis muy especial
Hace unos años y coincidiendo con el inicio del proyecto DM Sport, teníamos en mente un proyecto que dos años más tarde se convertiría posiblemente en una de las mejores ideas que se nos podría haber ocurrido, y seguramente la que más satisfacción nos da hoy en día. Esa idea es la creación de la escuela de Tenis para personas con discapacidad intelectual y psíquica.
Esta escuela de tenis fue una idea o resultado de una conversación que tuvimos con Sandra Taboada Porto, docente de este centro, a la cual agradecemos mucho que con gran ilusión, al igual que nosotros, creyó en la idea de que estos alumnos recibieran clases de tenis, este planteamiento se hizo al centro Con Eles de Vilagarcía.
Una propuesta de gran valor con un solo objetivo, el poder ayudar a estos alumnos a que tengan un día a día como una persona normal, realizar una actividad física y placentera en su momento de ocio y claro está la integración a este bonito deporte como lo es el tenis.
El centro, después de ver y valorar la propuesta, tomó la decision de presentarla ante la fundación Rafa Nadal para la financiación de la misma, la cual no dudo ni un instante de dar el sí a la puesta en marcha de las clases de tenis para este grupo de personas un tanto especial por su condición psíquica. Nuestra alegría porque desde ese momento se nos presentó como un reto profesional y personal muy grande, ya que nunca habíamos trabajado con alumnos con este tipo de discapacidad.
Al principio, bueno mejor dicho!, en la primera clase, bueno mejor dicho! los primeros DOS MINUTOS de la clase «la tensión» era máxima, ya que poca idea teníamos de como iban a reaccionar ante esta actividad, la experiencia era cero, y trabajar un tenis más adaptado tampoco lo habíamos hecho. Acto seguido no olvidaremos que se nos acercó uno de los chicos del centro, que hoy día llamamos «El Marqués», ya que le gusta vivir bien y moverse poco en la pista, comentándonos que imitaba a la perfección a Mariano Rajoy. Desde ese instante y minuto tres de clase nos dimos cuenta que era dar «una clase más», bueno no, en realidad mas divertida de lo normal porque cada uno de ellos tiene algo en particular lo cual hace que sea una persona única y especial. Siendo más sincero, creo que hemos aprendido más en dos años nosotros de ellos que ellos de nosotros, el agradecimiento, humildad, las ganas de aprender y valorar todo a pesar de su condición, son conductas dignas de admirar en todo momento.
Este es el resultado después de dos años de trabajo en este proyecto, partiendo de aquella gran idea, un día cualquiera, en una hora cualquiera. Una docente, un gran centro, y dos entrenadores dieron vida a un tenis muy especial que hoy nos llena de orgullo y satisfacción ver que todos los miércoles Jose, Fátima, Silvana, Pili, Alberto, Carlos, Vanesa…… y todos ellos salgan muy contentos de la clase. AHH!! y pegando buenas derechas !!!!